Reflexión

Dónde están nuestros jóvenes líderes?
Qué sucede con nuestros jóvenes?
A quienes quieren imitar los jóvenes y adolescentes hoy
?

Nos encontramos frente a unas realidades sociales, en las que desafortunadamente el gran potencial de la población joven está siendo subutilizado, mal orientado por los medios de comunicación que les conducen a la creación de identidades personales ficticias y con antivalores.

Los jóvenes más que ser el futuro de los pueblos, de las comunidades, de los paises y del mundo como siempre se ha vendido, son más bien el presente, un presente que en mayor o menor medida se posterga y no se le presta las atenciones que ameritan.

Carecemos de líderes jóvenes, en unos instantes en los que la intervención social, el altruismo, el voluntariado y el dar de lo que somos, lo que sabemos y lo que podemos, más que una opción, es un cúmulo de urgencias que demanda de acciones concretas, y los jóvenes no son la ecepción.

De la formación de los niños depende qué jóvenes tendremos; pero de las capacidades, de la conciencia y de las visiones de nuestros jóvenes dependerá que el tren de la sociedad se dirija en los horarios adecuados, con la velocidad controlada y sin descarrilarze ni causar accidentes.

Basta ya de seguir sumidos en ese letargo en el que permanece la juventud, siguiendo idolos que no agregan verdadero valor a sus vidas. Es hora de que pongamos en servicio de los demás aquello que la misma sociedad nos ha permitido conseguir con nuestro esfuerzo; de nada sirve acumular conocimientos si no lo compartimos con nuestros semejantes. Sería otra cosa y no exito los logros alcanzados que se deriven de acciones individualistas.

La revolución a la que debemos llamar no es a tomar las armas, ni a hacer mal uso de las herramientas tecnológicas a las que podemos acceder, sino más bien, a una revolución de concienciación, de creación de líderes comprometidos, diligentes, invariables en sus actos y comportamientos, con verdaderas vocaciones de ser entes generadores de cambios, con voz propia y sin subordinar sus ideales a los intereses que no sean los intereses de la colectividad.



La política y la acción social

Ha llegado el momento de que a la política, esa bella "ciencia social", empecemos a mirarla, a tratarla y a ejercerla como tal; como una herramienta para solucionar verdaderas necesidades colectivas, como un medio a través del cual podamos poner al servicio de la sociedad vocaciones, capacidades y esfuerzos unificados.

No basta con tener aspiraciones a un cargo diplomático, no basta con ser un miembro activo de un movimiento o partido político, no es suficiente tener magnificas ideas, ni vanagloriarse de un liderazgo basado solamente en seguidores y elogios. Es necesario trascender, hay que crear programas, planes y proyectos sociales, que mejoren la calidad de vida de las personas. Las imperativas y dinámicas realidades sociales demandan de líderes que además de discursos bien elaborados, coherentes y sistemáticos, demuestren que los mismos están sustentados en un trabajo continuo, en acciones, en obras y en propuestas catalizadoras y generadoras de cambios, que produzcan resultados sustanciales.

Si hoy no vislumbramos un horizonte más prometedor en al levantar nuestra mirada, es porque muchas cosas se han dejado de hacer y muchas otras se han encausado por senderos erróneos, y se ha olvidado que para aportar soluciones hay que integrar a todas las partes. No podemos solucionar problemas, conflictos ni dificultades si no somos conocedeores de los mismos; hay que interactuar en todos los escenarios que de alguna u otra manera tienen incidencia directa o indirecta en la sociedad.